Era así?
Que siempre vengo a hablar de ti y termino hablando de mí, cuando no es todo más que un chiste y digo... claro eres tú. Como si fueras otro, y no eres más que yo, disfrazado de tú. Eres mi más frío espejo. Me pregunto a veces... qué estarás pensando, cuando involuntaria-mente dibujas escenas secretas en tu cabeza, escenas privadas que no son más que mis propias escenas privadas también. Y no importa. Porque somos cerdos y comemos de todo.
Esta noche apunté una cita con un ser angelical que me dijo que lo reconocería por su falta de criterio y sus pésimos modales. Bendito! -exclamé yo- Así como podría confundirte con otro...
Entonces tendré que vestir a mi espejo de gala... ponerle todos sus moños, agraciar mis muecas, desinflamar mis párpados. Y estaré sentada otra vez acá, hablando contigo, que no es otro más que yo, deformado por la mala calidad de mi espejo... Yo... tu insoportable ser de saturno.
(textura imaginaria de fondo: el terciopelo gastado de un sillón viejo.)