Algunas veces ella, sí ella misma la de arriba, me mira con esa misma mirada, como exigiendo la respuesta a algún misterio terrible la cual sólo yo conozco. Y luego se vuelve a mirar lo que sea que esté mirando.
Hay gente que a veces me la recuerda. Me miran de la misma forma esperando un momento casi epifánico. Las pocas veces que he subido a la superficie lo he hecho por nada puntual, tan sólo para ver el mar y las montañas sin las rejillas de por medio. Para mirar a la gente o tomar el sol. Pero nunca falta esa gente que me mira con esa mirada y ya no me queda más remedio que volver la vista hacia otro lado, como hacia dentro mío y preguntarme qué es lo que buscan...
Ya me quedan pocos minutos y no traje más plata. Si usted es amable, podría tirar de vez en cuando unas monedas a alguna rejilla de la calle, así puedo venir al cyber a contarle lo que me pasa.
A propósito de nada, el otro día subí, hace tiempo, mucho tiempo que no había subido y qué demonios... estaba en los 80'!! y fue un susto porque un grupo de niñas pasó frente a mí e iban vestidas tan de pantalones flauta y esas chascas glam... igual al final me pierdo todas esas cosas, pero no me arrepiento, porque ya aprendí a vivir de lo poco que tenemos acá abajo.
Y ella ahora que la miro, está bastante à - la - mode...